miércoles, 31 de diciembre de 2008

CAPÍTULO 1

Un día soleado; qué bien se dijo Lili a sí misma, será genial, pero por otra parte no quiero volver a la rutina de siempre.

En el cielo brillaba el sol y éste estaba azul como el mar. En el muelle se podía ver cómo dos pescadores estaban atracando con sus pequeñas barcas en la costa. Parecía que había sido un buen día para ellos pues venían repletos de hermosos, frescos y relucientes pescados, que más tarde se venderían por los pescaderos del pueblo en el mercado.

Lili estaba impaciente por llegar al colegio, dónde pasaría los próximos tres meses sin sus padres, sólo con sus amigos y profesores.
Seguía mirando por la ventana mientras contemplaba una finca por la que galopaban unos nerviosos caballos.

- Se avecina una tormenta, señorita.
- Pero si hace un espléndido día, no hay ni una sola nube en todo el cielo…
- Yo solo le informo- dijo el conductor- ¡Oh!, ya estamos llegando.

El coche se adentró por un camino que Lili conocía muy bien, era el camino que conducía al pueblo dónde se encontraba su colegio, dónde seguro que iba a pasar muchas aventuras con sus amigos. El año pasado no había habido nada en espacial, pero estaba segura de que este curso iba a ser distinto, iba a ser estupendo.

Tras pasar por el Árbol de los Deseos, que según una antigua leyenda si pasas por allí cuando está amaneciendo y pides un deseo se cumple, pero sin embargo si pasa por ahí a media noche, comienzan a pasarte cosas terribles.

Lili no podía de dejar de pensar en las palabras que había dicho ese señor “tormenta”, “avecina”; era imposible en un día como aquellos algo cómo aquello no podía suceder, en las noticias de por la mañana antes de salir de casa habían anunciado que habría sol en todo el país durantes los próximos cinco días. “Está chiflado” pensó. Y entre tantos pensamientos se quedó dormida. Tuvo un sueño, un sueño muy estraño…


Cecilia Pérez García

-♥-иø ¢øpiees fιяmα..Se øяigiиαl -♥-]


вυυєиσ мє νσσу.. ραsα εl cяαZøи


♥¢є¢iliα♥